P A I N


El dolor interno, es el dolor que  nadie ve, pero que siempre está presente. Es el que más duele, porque está dentro de nosotros. Es más fácil de ocultar, porque podemos disimularlo con otra cosa, desviar la atención a otro punto, pero no desaparece, por más que intentemos con todas nuestras fuerzas. Es el dolor que nadie o pocos conocen, porque no dejamos que los demás sepan cómo nos sentimos realmente. Es un dolor que nos hace débiles, vulnerables, porque se trata de algo demasiado profundo, casi rozando la esencia misma de cada uno. Ese dolor no se olvida fácilmente, permanece latente. A veces nos hace inseguros, nos hace perder la confianza en los demás y en nosotros mismos, nos va metiendo cada vez más adentro nuestro, creando una burbuja, alejándonos de a poco de los demás. Cualquiera no puede ayudarte, porque nadie entiende como nos sentimos realmente, no importa cuánto nos esmeremos en explicarlo, nunca se llega a entender en realidad cómo nos sentimos. Tenemos que solucionarlo nosotros mismo, aunque a veces parezca imposible, porque el dolor es NUESTRO. Y aunque queramos que desaparezca, no desaparece, solo se apacigua un poco, o duele menos, pero no desaparece, por mucho que intentemos…